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La Llamada. Capítulo 7.

Capítulo escrito por J.C. Amante (El Creador de Leyendas). Si quieres acceder a la publicación de su blog, haz click aquí.





Ya han pasado dos días desde la reunión que tuvo Alyssa en su despacho, la verdad es que han sido unos días un tanto extraños en el laboratorio, William apenas se ha visto por ahí y las pocas veces que se le ha visito se ha mostrado nervioso y hablando a menudo por el móvil evitando que la gente le escuchara, se podría decir que un tanto asustadizo con cualquier cosa. La joven señorita Jules no ha recibido en este tiempo más llamadas misteriosas ni ha visto nada extraño en su vida, la cual estos días habían dado un vuelco por completo con lo acontecido. Sin embargo tampoco sabía nada de Lucy y eso la preocupaba muchísimo, pensó  en llamar a la universidad complutense de Toledo pero su español no era del todo perfecto y sabía que sería peor el remedio que la enfermedad, confiaba en recibir noticias de la misma Lucy cuanto antes.

Aquella mañana había estado trabajando en un pequeño trozo de hueso encontrado en Yellowstone, como con tantos otros había podido conseguir el suficiente material como para realizar las pertinentes pruebas para poder datar la fecha de dicho hueso. En un viaje por las diferentes secciones del laboratorio pasó justo por delante de la puerta que daba acceso a su principal trabajo en el cual no la dejaban trabajar. Su rostro dibujó una sensación de impotencia por la decisión del comité de cerrar su investigación. Pudo observar que en aquel pasillo habían colocado dos cámaras de seguridad más. Observo estas y se limitó a continuar con sus tareas.

Llego el final de la jornada, las horas se le habían echado encima cuando aún daba los últimos retoques a un informe desde su ordenador en la planta del laboratorio.

—Maldita sea— pensó para su adentros —desde mi despacho estaría mucho más cómoda

Una voz la arrancó de su concentración, el ultimo compañero que quedaba a parte de ella en aquella planta le habló sobresaltándola un poco.

—Alyssa…

—Vaya susto me has dado Frank.

—Perdona no era mi intención— hizo una pausa— ¿aún no terminas?

—Bueno me falta rellenar unos cuantos aspectos de este último informe y me iré.

—Pues creo que te quedas sola, al parecer se han ido todos… bueno no te canses Alyssa, buenas noches.

—Buenas noches Frank, gracias por avisar. Nos vemos mañana.

Frank se despidió con un movimiento de la mano mientras se marchaba. Alyssa se colocó bien las gafas y continúo con el informe, sus dedos se paseaban veloces por el teclado cuando decidió mirar la hora, ya había pasado una hora más desde que Frank se había despedido de ella y no se había casi ni enterado de este tiempo, por suerte ya tenía el informe acabado solo le restaba guardar y marcharse a casa a descansar. Estaba apagando las luces cuando de pronto unas voces se hicieron audibles, unas voces que se acercaban por el pasillo de salida de aquella planta, reconoció la voz de William y cuando quiso salir como en  un día cualquiera, se dio cuenta de que iba acompañado por un hombre trajeado, alto y bien definido.

—Ya se lo he dicho a tus compañeros, no sé el código de esa zona del laboratorio… solo la sabe el personal que trabaja allí y aun no se ha formado un grupo de trabajo.

—Te dijimos que te hicieras con la clave de Alyssa. —sonó el hombre con una voz seria y áspera.

—Es cierto pero es una mujer que no se deja convencer fácilmente. —rio nervioso William.

—Haberla obligado a que te la diera, te comprometiste con nosotros y si te comprometes con nosotros no hay vuelta atrás.

Alyssa escuchó sorprendida la conversación que se acercaba a ella, pensó rápido y optó por esconderse acuclillada tras una mesa y seguir escuchando.

—Estamos llegando, es aquí… ¿por cierto que es el manuscrito?… ¿para qué sirve?

—La solución para esta sociedad, el nuevo régimen. —Hizo una pausa— abre la puerta.

—Pero ya te he dicho que no conozco el código solo Alyssa y su ayudante Lucy lo tienen hasta ahora.

—Por desgracia ahora solo lo conoce Alysssa ya que Lucy ha muerto.

— ¿Cómo que ha muerto?

Un golpe sordo se escuchó, al parecer un golpe con el puño cerrado impactó en la cara de William haciendo que Jules se estremeciera por esto y por la noticia de que su amiga había muerto, en un acto reflejo movió las piernas e hizo un pequeño ruido. Se llevó las manos a la boca y a la nariz para que su agitada respiración no la delatase. Los quejidos de William no impidieron que el hombre escuchara el ruido que Alyssa había producido, se encaminó hacia la zona de la joven mientras William se recuperaba del golpe, Alyssa podía notar como su corazón se aceleraba a cada paso que el hombre trajeado daba hacia ella, contó tres de estos pasos y cuando en el cuarto ya lo hubiese visto, la voz de su compañero se escuchó.

—Espera, espera… voy a intentar con unos códigos.

—Está bien prueba esos códigos.

Regresó sobre su pasos Haciendo que la joven emitiera una respiración entrecortada bajo sus manos que aun las tenía en su rostro, sus ojos vidriosos parecían verlo todo a cámara lenta aquello no podía estar pasando. Lo que aquel hombre le advirtió en la cafetería se estaba haciendo realidad. No había querido creerlo pero ahora se daba cuenta, reprimió llorar desconsoladamente porque temía ahora por su vida.

Al compañero de Alyssa ahora le temblaban las manos y le sangraba la boca. Probó con una combinación de números y se escuchó el pitido de “acceso denegado ” acompañado de una pequeña luz roja, volvió a probar y nada, mismo resultado. Se volvió a escuchar un golpe sordo, fue el puño de aquel hombre en las costillas de William.

—hazte con la combinación de Alyssa como sea… si lo hacemos nosotros ya sabes cómo va a terminar tu compañera.

La amenaza sonó lenta y verdadera y tras ella los pasos de aquel hombre se alejaron dejando a William allí con dificultades para respirar. Sus sonidos se mezclaban con sus lamentos, estuvo allí un par de minutos y luego renqueante se marchó. Alyssa esperó un buen rato, agachada tras la mesa que la había protegido haciendo acopio de valor para asomarse hasta que al final lo consiguió. Miro para todos los lados habidos y por haber, por su mente pasó el pensamiento de que su compañera había sido asesinada y rompió en un llanto que ahogo de nuevo con su manos, se controló y se apoyó en una mesa para aclarar sus ideas. Alzo la vista y lo vio claro. Debía de hacerse con el manuscrito que le habían prohibido estudiar y luego llamaría al hombre que le ofreció su ayuda.

Se encaminó hacia la puerta electrónica, pulso el código que ella sabia y en dos números pudo notar como la sangre de William se pegaba a sus dedos, colocó una cara de angustia a la vez que se abría la puerta con la luz verde. Actuó rápido entre sollozos, tomó dos placas de metraquilato tamaño “dinA5”. Las colocó sobre el mármol y abrió el compartimento del manuscrito, este lo tomó con sumo cuidado y lo posó sobre una de las piezas para sellarlo con la otra con unos tornillos especiales. Salió de allí sin percatarse de las cámaras nuevas que habían instalado, subió al vestíbulo y vio la zona del guardia de seguridad… este estaba tumbado con un golpe en la cabeza, tras el mostrador William la había estado observando por las pantallas de las cámaras de seguridad. Alyssa frenó en seco sus pasos.

—Vaya, vaya Alyssa, de nuevo haciendo horas eh. Siempre tan diligente en tu trabajo.

—Déjame irme William.

—La gran Alyssa Jules, la joven promesa en el campo de la química y de la física. —Hizo una pausa acercándose a ella— tú con tus trabajos has hecho que mi trabajo no merezca la pena.

—William tu trabajo es importante eres el líder de un equipo exclusivo para ti.

—Pero es a ti a la que te dan los trabajos más misteriosos y más ¡IMPORTANTES! —escupió saliva la gritar.

—De veras William me estás diciendo que todo esto que está pasando es por qué crees que a mí me dan todos los trabajos más importantes. —dio unos pasos para atrás.

— ¡AAHH! —El hombre se tomó la cabeza entre las manos— no lo entenderías… dame lo que has cogido y no te pasara nada.

—No te lo pienso dar, ¿Quién son esos hombres?, ¿¡Qué es lo que quieren William!?

El hombre avanzó a paso rápido hacia ella que cuando lo tuvo a la altura intentó darle un golpe ayudándose con el bolso el cual el desvió con sus brazos para luego abofetear fuertemente su cara haciéndola caer al suelo, el bolso cayó cerca de ella y cuando quiso hacerse con este William se colocó encima de la joven, sus manos rodeaban a hora la garganta de Alyssa que empezaba a no poder respirar.

—Ves, date cuenta de en lo que me has convertido, he tenido que hacer un pacto con esos hombres para poder ser mejor que tú, ¡para poder estar a tu altura!

Las manos de William apretaban cada vez más, una lagrima recorrió parte del rostro de Alyssa que movía su mano en busca de su bolso… una vez lo tuvo buscó a ciegas en él, cada vez con menos energía, quería respirar pero no podía, su mano se hizo con un spray al fin y casi sin fuerzas apuntó a la cara de su enemigo y disparó la pimienta liquida haciendo que este la soltara, ella se zafó, recuperó el aliento entre los alaridos de William y cuando lo hizo se giró hacia él y su pie fue a parar a las partes bajas de este que cayó al suelo estremecido por el picor y el dolor.

— ¿Cómo has podido llegar tan lejos?... ¿te das cuenta de que ahora has arruinado tu carrera y tu vida? —Alyssa recogió todo y se marchó mientras marcaba el número de la policía.

—Emergencias, ¿en qué puedo ayudarle?

—Mi nombre es Alyssa Jules quiero denunciar un altercado en Haven National Laboratory

— ¿Qué clase de altercado?

—Intento de robo y agresión a un guardia de seguridad.

—De acuerdo no se mueva ahora unas patrullas van para allí.

Alyssa continuó saliendo de allí, sabía que si la policía la interrogaba le quitarían el manuscrito así que no quería esperar a que llegaran, mientras salía notó como unas manos le rodeaban la pierna

—Alyssa… por favor no me dejes aquí. —la voz sonó entre sollozos y lamentos de dolor.

—Te mereces más cosas de las que te van a pasar a partir de ahora pero yo no soy quien para tomarme la justicia por mi mano.

La joven golpeó la cabeza del hombre con la parte inferior del spray anti violadores dejándolo inconsciente. Se marchó de allí en dirección a casa de Megan ya que como había dado su nombre a emergencias lo más seguro es que la buscaran allí también. Miro de soslayo al guardia de seguridad sabiéndole mal dejarlo allí tirado y se marchó con la cara y el cuerpo doloridos.


Obra registrada a nombre de J.C. Amante (El Creador de Leyendas).

Para acceder al Capítulo 8, haz click aquí.

Comentarios

  1. ¡Esto se esta poniendo mejor! Pobre Alyssa, se enteró de la muerte de Lucy y escapó por poco de la muerte.

    Les está quedando bien la historia. ¡Felicitaciones! ¡Saludos!

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    1. Sí... un golpe duro para ella...
      ¡Gracias por pasarte y comentar! ^^

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  2. En cada capitulo os superaís. A ver que pasa con Alyssa después de haberse salvado de ser asesinada

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  3. Super interesante, justo he terminado para comenzar el siguiente capítulo, así no me da tiempo en hacerse larga la espera. Felicidades. Un beso

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  4. De que manera se fue a enterar Alyssa que murió Lucy.
    Me encanta la sincronía con que llevan la historia no pareciera que lo escriben dos personas. ¡Saludos!

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    1. :D Sí, es que tanto J.C como yo tenemos una visión similar de lo que tendría que pasar, jejeje
      ¡Al siguiente! ^^

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