La Llamada. Capítulo 15.
Capítulo escrito por J.C. Amante. Para acceder a la publicación de su blog, haz click aquí.
El
coche que transportaba al gran maestre junto con Alyssa y Gómez se
mezclaba con los otros coches por las calles, los movimientos eran
rápidos y precisos, los adelantamientos arriesgados pusieron los
pelos de punta a la joven doctora mientras Gómez parecía impasible
a cualquier movimiento. Una curva cerrada los colocó casi a las
afueras de la ciudad y más adelante, las ruedas detuvieron su
movimiento bruscamente haciendo derrapar con estilo al vehículo,
allí se encontraba el transporte de los templarios que Mamen había
eliminado como si nada.
—No
hay duda es su coche —dijo Cristian.
—
¿Estarán dentro?
—contestó Alyssa.
—Es
posible —añadió Gómez, y siguió— pero… es extraño que no
se sepa nada de ellos aún.
Los
pasos de los tres avanzaron hacia el almacén mientras el chofer
esperaba en el coche. Mientras avanzaban Alyssa se consolaba con el
saber de qué Megan estaba bajo la protección de la orden del
temple, no la habían dejado venir aunque ella había insistido mucho
en ello. Cristian había tomado cartas en el asunto explicándole que
contra menos supiese el priorato de sión de ella más a salvo
estaría ella misma y su familia.
Antes
de entrar por la puerta, Gómez sacó su pistola y el gran maestre
hizo lo propio, tomaron la típica posición para entrar con
cobertura y así lo hicieron, dieron un vistazo rápido y le hicieron
señas a Alyssa para que los siguiera, siguieron avanzando y se
toparon con el cadáver del hombre. Sus labios estaban morados,
espuma aún húmeda le salía de la boca, Cristian le examinó los
ojos abriendo sus párpados.
—Pupilas
dilatadas y hemorragia de los vasos capilares del ojo, lo han
envenenado... Si hubiésemos llegado antes aun tendría una
oportunidad.
Alyssa
lo tomó por uno de sus hombros en señal de condolencia, en ese
mismo momento Gómez se topaba con el cuerpo de la mujer.
—He
encontrado a su compañera.
Mientras
Gómez guardaba su pistola en la sobaquera, Cristian llegó junto a
él con grandes zancadas, en su rostro se podía ver la impotencia y
el dolor de haber perdido dos buenos templarios. Alyssa llegó justo
detrás de él y vio el charco de sangre donde yacía la mujer.
—Siento
mucho su muerte.
—Eran
buenos hermanos, su trabajo y ellos mismos serán recordados en la
orden —contestó Cristian.
El
templario sacó el móvil mientras daba un par de pasos alejándose
de la joven sin vida, su voz era firme pero Alyssa podía intuir en
sus sílabas el dolor por la reciente perdida. Pudo escuchar como
movía los hilos del temple para que un equipo especial viniera a
recoger a sus compañeros.
Gómez
aún miraba el rostro de la joven, posaba sus ojos en la mirada de
esta, vidriosa y perdida en la nada, los brazos del sargento se
encontraban en jarra apoyados en la cintura mientras su peso corporal
lo hacía sobre una pierna, miró de reojo hacia un lado y pudo ver
como Alyssa se adentraba un poco más en el almacén. La joven
doctora miraba al suelo mientras se colocaba el pelo tras las orejas.
—Parece
que hay algo aquí... Unas marca en el suelo.
Gómez
y Cristian se dirigieron hacia allí con paso veloz, el sargento se
acuclilló y siguió las marcas con la vista.
—Creo
que se quién nos puede ayudar a reducir el campo de búsqueda.
Cogió
su Smartphone y con cierta dificultad dio con la cámara de este.
Tomó varias fotos de las huellas de neumáticos y se dispuso a hacer
una llamada que no hubiese creído nunca que él mismo haría.
Los
tonos se sucedían uno tras otro y la respuesta, aunque fue tardía
por fin apareció.
—Jonson—
dijo su apellido amablemente para identificarse con el interlocutor—
¿quién es?
—...
Si, si "hostia puta joder" —pensó Gómez al no encontrar
las palabras adecuadas a la primera— Si… soy Gómez, el sargento
de la policía de España.
Se
hizo un silencio prolongado por parte de ambas partes que finalmente
volvió a romper el español.
—Vera,
tengo las fotos de unas huellas de neumáticos, dichas huellas
posiblemente pertenezcan a un coche sospechoso, me preguntaba si
mandándoselas… ¿podría facilitarme la base de datos de los
coches que las suelen llevar?
Sus
últimas palabras fueron de carrerilla, casi improvisadas sobre la
marcha, su interlocutor tan solo tardo un instante en contestar en un
español muy acentuado.
—Entiendo
señor Gómez que es meramente cortesía profesional.
—Por
supuesto que si —contestó Gómez con cara de que ya se le hinchan
las partes bajas— todo cortesía y colaboración entre los cuerpos.
Sonrío
forzosamente esperando una respuesta más concreta.
—Estupendo
ahora se las mando.
Gómez
se enfrascó con su móvil para poder enviar esa información al que
era el padre de su yerno. Una vez que lo consiguió miro a sus
compañeros.
—Bien
pues parece que vamos a recibir ayuda extra en esta ocasión.
—Sin
duda sabe jugar sus cartas Gómez —contestó Cristian.
— ¿Y
cuál es el siguiente paso? —sonó Alyssa.
—la
verdad es que lo que comento el sargento de los aeropuertos es
importante, lo más seguro es que Mamen intente abandonar el país,
así que es mejor que estemos preparados para ello.
Por
un instante se miraron todos.
—Me
pondré de nuevo en contacto con los equipos de los aeropuertos.
Vayamos hacia el coche.
Cristian
se adelantó unos pasos y realizó las llamadas correspondientes, sus
equipos en los aeropuertos estaban de nuevo en alerta.
Mientras
tanto Mamen llegaba a uno de estos aeropuertos. Su actitud en el
habitáculo era firme y segura, lo que contrarrestaba con sus
rehenes, más con Irene que con Carla. La higa del sargento Gómez se
desplomaba por momentos con llantos forzados, la impotencia se veía
reflejada en su rostro al no poder hacerle nada a Mamen, por otra
parte Carla que aparentaba estar más calmada y serena compaginaba el
consolar a su hija con la miradas al vacío que se perdían en la
inmensidad de sus propios pensamientos.
Cuando
el coche se deteuvo en un parking privado, Mamen bajo con lentitud
del coche, giró sobre sí misma y apoyándose en el vehículo se
agacho levemente para mirar a las mujeres que le habían acompañado
en contra de su voluntad.
—Bien…
ir saliendo y no intentéis nada… ¿de acuerdo? —sonrió
maliciosamente de medio lado.
—
¿acaso crees que
Luis no te buscara en un aeropuerto?
—Estúpida…
¿por qué crees que me venís conmigo?
Carla
se tuvo que tragar su orgullo ya que veía en Mamen una mujer lista y
de decisiones firmes, empezó a comprender que la que había sido
ayudante de su marido no dudaría en acabar con ellas para conseguir
su objetivo fuera cual fuera.
—Vamos
es por aquí —hizo una pausa— pero antes… esposa a las
señoritas —le dijo al chofer
Este
así lo hizo, sacó bridas y esposó a las damas, Carla hizo por no
inmutarse aunque notó como la piel cedía bajo el plástico al
tensarse, sin embargo Irene se lamentó con quejidos de dolor. Mamen
agarro su cara y entre dientes hilo una frase.
—Escúchame
niñata… nunca me has caído bien y no lo vas hacer ahora así que
compórtate.
Movió
su cara hacia un lado y la soltó bruscamente.
—No
la vuelvas a tocar —sonó Carla.
—O
si no ¿Qué?
Contesto
tajante Mamen que empezó a caminar.
El
coche templario avanzaba a gran velocidad hacia uno de los
aeropuertos esquivando a más coches a medida que avanzaba. Justo en
uno de esos adelantamientos, el sargento recibió una llamada que se
compaginó con otra llamada al mismo tiempo al móvil de Cristian,
ambos se miraron y atendieron sus móviles.
—
¿sargento Gómez?
—El
mismo.
—Soy
la ayudante del comisario Jones… creo que lo ha llamado hace un
rato.
—Sí,
si… ¿tenemos alguna pista?, ¿puedo hablar con el comisario?
—La
verdad es que las marcas de neumáticos abarcan un gran número de
vehículos y necesitaríamos más pistas… por lo de hablar con el
comisario —su voz se pausó— ahora mismo no se encuentra aquí.
—
¡Como coño no va a
estar ahí joder! —la voz de Gómez inundo el vehículo donde
viajaban.
—Lo
cierto es que han disparado a su hijo en la calle.
A
Gómez se le desorbitaron los ojos de tal modo que incluso Alyssa que
lo acababa de conocer supo que algo iba mal, pero aún más lo
hicieron cuando la frase no termino ahí…
—Tenemos
constancia de que su mujer e hija han sido tomadas por la fuerza por
una mujer, no hemos podido seguirle el rastro…
Gómez
colgó sin decir nada más y aun con la mirada perdida, Alyssa lo
seguía mirando con un nudo en su corazón mientras Cristian aún
seguía en pleno dialogo.
—
¿Pero entonces la
tenéis localizada? —dijo Cristian.
—Bueno
la hemos podido localizar desde una cámara que da a las afueras del
aeropuerto… si se dirige a un avión no lo cogerá en una de las
terminales normales.
—Que
estará tramando ahora…
—Bueno
—contestó el templario que hablaba con Cristian— un equipo de
seguridad, al parecer privada la escoltaban… no hemos podido ver
nada más.
—Está
bien vamos para allí directamente… seguir controlando las cámaras,
mandarme la ubicación de done la habéis visto y si cambia de
posición avisarme.
Cristian
colgó y vio los rostros de Alyssa y Gómez, un silencio solo
interrumpido por el sonido del coche en marcha se hizo presente en el
habitáculo.
—Mamen
ha secuestrado a mi mujer y a mi hija —dijo el sargento aun con el
mismo rostro y la mirada perdida en el mismo lugar.
Alyssa
se llevó las manos a la boca tapando esta, se podía ver en ella lo
compungida que estaba por la noticia. Cristian apremió al chofer
nada más escuchar las palabras del sargento.
—Tranquilo…
detendremos a Mamen y rescataremos a su familia, mi equipo me ha
informado que la han visto y tengo la zona donde ha sido.
Sincronizó
su móvil con el ordenador de a bordo del coche con unos movimientos
precisos de sus dedos.
—Sin
perder más tiempo… hacia esa dirección —le dijo al conductor.
Mientras
hacía esto el gran maestre, Alyssa se atrevió a tomar de la mano a
Gómez, lo miro a los ojos mostrándole que le acompañaba en el
sentimiento que debía de sentir a hora mismo, Gómez la miro a ella
por instinto apretó su mano mirándola.
—el
novio de mi hija ha sido asesinado en la calle… supongo que a manos
de Mamen.
Alyssa
no supo que decir cuando escuchó estas palabras pero intentó
trasmitir el sentimiento de que aquello no quedaría así.
Tras
unos minutos llegaron al lugar, Gómez ahora se encontraba más
entero y una mirada de determinación se reflejaba en sus ojos. El
“GPS” los llevo hasta la parte de atrás del gran aeropuerto…
allí solo había unos hangares casi abandonados, dejaron el coche y
siguieron a pie, colándose en uno de ellos. No había absolutamente
nada allí solo cajas sueltas y una gran lona que cubría un antiguo
avión.
—Alyssa,
colócate detrás mío y no te muevas —dijo Gómez mientras sacaba
su arma.
—Allí
hay una pequeña puerta —dijo Cristian sacando su pistola.
Dio
unos pasos hacia la puerta con mucha cautela y el sonido de un
reactor empezó a inundar la zona por completo.
—
¡Mierda! —Chilló
Gómez— se van a ir.
Corrió
hacia la puerta seguido por Alyssa y Cristian, abrió esta y pudieron
contemplar como un jet privado salía del hangar posicionándose para
el despegue, Gómez pudo alcanzar a ver los rostros llorosos de su
mujer e hija contrastados con el rostro triunfante de Mamen. Apuntó
con su arma y cuando iba a disparar; Un coche salió de detrás del
jet, desde sus ventanas asomaron unas figuras con armas automáticas,
las cuales descargaron su munición hacia veterano detective español.
Alyssa pudo tomarlo por la chaqueta y hacerlo caer junto a ella sobre
unos fardos que se encontraban al lado de la puerta, Cristian se tiró
hacia el otro lado. Las balas sonaron en los hierros y en el suelo,
Gómez se revolvió y logró disparar varias veces hacia el coche el
cual huía a gran velocidad. Corrió tras el avión desesperadamente
hasta que cayó de rodillas al suelo producto del cansancio y la
desesperación, gritó el nombre de su hija y de su mujer no sabiendo
cual sería el destino de todo esto.
¡Hola Carmen! he dejado mi comentario sobre este capítulo en el blog de "El Creador de Leyendas" :) pero básicamente lo que decía es que me ha encantado, sobre todo el desarrollo hasta alcanzar un clímax final lleno de tensión como en las mejores películas :)
ResponderEliminar¡Abrazos!
¡Hola Tulkas!
EliminarCuanto me alegro de que te haya gustado. A mí también, un capítulo cargado de emoción, sobretodo cuando Gómez ve partir a su mujer y a su hija ¡pobrete!
Gracias por dejar el comment aquí también ^^
¡Abrazos!
Esto va ganando en intensidad!!
ResponderEliminarVoy a por el siguiente.
¡Hola de nuevo! jejeje
ResponderEliminarPues sí, se pone tensa la cosa!!
Te leo en el próximo :)
¡Ciao!
¡Ju, ju, ju! ¡Se pone bueno! Pobre Gómez... lo que le habrá pasado por su cabeza al ver a su mujer y su hija. La tensión se siente en el aire...
ResponderEliminarPor cierto, me olvidé comentar en el capítulo anterior que fue interesante lo que pasó con ese "ángel". Ya veremos como sigue eso, que también es genial. Je, je, je. ¡Saludos!
Sí, pobrete, Gómez lo está pasando mal... Cuando se encuentren cara a cara de nuevo ¡van a saltar chispas!
EliminarLo del ángel se desvelará a su debido tiempo :D jejeje Aunque ¡no lo sé ni yo!
Muchas gracias por pasarte por el blog y comentar ^^
¡Nos leemos en el próximo!
Pobrw Gómez es la victima en este drama, cada vez mas intenso. ¡saludos!
ResponderEliminarGómez... Pobre hombre, se ha visto involucrado en algo que le supera y encima ahora su familia está en grave peligro...
EliminarEste personaje me gusta mucho, la verdad. Quizá algún día escriba algo para él y le haga vivir otra aventura ^^